domingo, 13 de junio de 2010

it's raining?

yeeee!! today i was the shopping with my mom and my sis, really i don't remember when was the last time that i go the shopping , i need it so bad ._.!
well, i don't like spend money in that, i don't know why but today, i even think about it!!! i buy and buy all i want it!!! XD!!! my mom was really happy, she loves that i'm a girl now?? yes XD!!

Asianstar it's sucks o.o.... i don't know why all people loves their dances... -.- and! yes!! they do the same dance that us!! and 3 times more worse!! XD but it's ok, everybody knows... my Please don't go is better than their =D!! and i love my dance group =D.

mmm.. u.u i want to write in english but i'm still feel that i'm really bad in this to write GDYB, like always i have good ideas but anybody likes GDYB to write for me like 2 years ago when i had somebody to write me HAITSU !! TOT i'm a loser!! ò.o!! but... i will do it!! i'm going to write GDYB in English soon!

sábado, 12 de junio de 2010

first time ...

... ._. ...
bla, me quede en blanco...

Ok, i know anybody read this, so.. i think is time to improve my english... dude!!! i'm studying english!! so stupid ... XD

Mmm.. things that happened to me?? today... YES!! TODAY I SAW MY LOVE!! XD we use for first time the rehearsal room, when we just leave the pleace my dance teacher with his twin bro. just came to the pleace!! my good!, i just can't think in that moment!!!. If i think in that moment, really i can't just bread!!
And i'm spend a great time with my korean friends, they are sooo nice person, always opend mind to help anybody, my korean teacher! TOT that will not be anymore!!! but i'm still love her XD!! Lea i'll miss you u.u!!.

that's enough for today, when i'm really have something to say... i will do it XD

jueves, 26 de febrero de 2009

Le dirás en tres días (Part.III)

Ya, no me culpen, son las 3:17 de la madrugada y recién termine esto. Me quedo muy feo, lo sé pero disculpen, de verdad no tenía otro final que darle.

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No tenía ni una pizca de ganas de salir de la cama esa mañana. Como pudo se despojo completamente de las sabanas que lo cubrían con gusto incitándolo a quedarse un rato más en el paraíso del sueño pero era imposible, le había prometido a Tetsu llegar media hora temprano. Se vestiría de la mejor forma para su último día de trabajo, según él.Tomo desayuno tranquilo, no se podía poner, otra vez, paranoico antes de llegar al estudio, la calma sería su acompañante y a pesar de saber que los nervios le estaban comiendo las entrañas, estaba dispuesto a pelear con el otro vocalista por el puesto que obviamente, le pertenecía.

Preparo en su cabeza una y otra y otra vez lo que le diría a Hyde cuando llegase a su oficina, debía planearlo perfectamente para que el vocalista no mal interpretara sus palabras y al final, la declaración que haría era definitivamente por desahogo, más que de conquista.
Volvió a repasar sus palabras en la cabeza, mientras que tomaba un largo trago de jugo natural sabor naranja. A pesar de que el día anterior había desistido de la idea de contarle todo a Hyde, algo en su interior le gritaba que era su única opción y que las cosas no saldrían tan mal como las estaba imaginando, por un momento quiso creerle a Ken, por eso mismo, ahora se dejaba llevar por una fantasía de cuentos de hada, quizá de verdad no debía imaginar todo lo que pasaba por su mente, no quería tampoco hacerse falsas ilusiones de un final feliz.

Llego al estudio Hyde primero que Tetsu en una milagrosa tarde, apresurado se encamino directamente a la oficina de su líder para escuchar el sermón de “él es mejor que tu, se cuida la voz y no fuma, también tiene técnica y... “ bla, bla y bla. Se acomodo en una de las sillas enfrente del escritorio del bajista y miro todo. Cada pequeña cosa estaba organizada en completo orden encima de la mesa, los lápices separados a la misma distancia el uno del otro, los papeles acomodados en carpetas prolijamente, ¿Cómo era posible que Tetsu arreglara las cosas de esa forma para que todo quedara perfecto?, Esa era una de las cosas que venia a su mente cuando en estos tres días se preguntaba “¿Porqué estoy enamorado de él?”. Entre sus dedos tomo el lápiz que más usaba el bajista, lo paso una y otra vez entre sus manos para sentir que aún quedaba calidez de la mano de su líder en ese pequeño trozo de plástico, estaba alucinando y eso le hacia mal para enfrentar su despedida.

La puerta se abrió ruidosamente, el castaño entro con un montón de papeles más, que como pudo los dejo encima del escritorio, una sonrisa se desprendía de sus labios, esa sonrisa que tanto le gustaba mirar, esos labios que anoche en sueños había besado y que ahora mismo, quería besar. Despejo su mente mirando hacia otra dirección, esperando que Tetsu se acomodara en el sofá enfrente de él, dispuesto a hablar.
El líder pensó otra vez en las palabras correctas para pronunciar, junto sus manos encima del escritorio jugando nerviosamente con sus propios dedos, Hyde sabía perfectamente que significaba eso: El bajista estaba nervioso.

-Hyde... –
- ¿No prefieres que hablemos de esto cuando terminemos el disco?... – Se apresuro a contestar en pregunta el moreno.

- No sabes de lo que te quiero hablar, ¿Porqué ahora, en estos últimos días me has estado evitando?... -
- No lo he hecho, eso es una mentira... -
- Sólo... déjame hablar, ¿Sí?... -
- ¿Le preguntaste a los demás si estaba bien la decisión?, Ya sabes, no es fácil tener esta responsabilidad y quizás Yukkie no quiere que me valla... -
- ¿Irte? ¿Adónde te iras?... -
- No te hagas el tonto, yo sé perfectamente lo que planeas... – lo apunto con el dedo de forma provocadora.

- ¿De qué estas hablando?... -
- Habla y ya... -
- Es lo que he intentado hacer desde que entre aquí, no quiero que te asustes con lo que te diré, esto fue incentivado por Ken y no tengo idea porque le hago caso... -
- Así que ese idiota tiene la culpa, el te lavo el cerebro para hacer lo que quieres hacer... -
- ¿Ah?, Hyde ¿De qué estas hablando?... -
- Dí de una buena vez que me quieres despedir... – bajo la vista dolido hasta sus manos, en esos momentos de verdad no quería mirar la cara de Tetsu riéndose en su propia nariz.
- ¿Despedir? ¿De donde sacaste esa idea?... –
- Los escuche, a ti y a Ken en el baño el otro día ¿Recuerdas?, Es eso lo que me querías decir ¿O no? ... -
- Espera un poco, ¿Tú crees que yo sería capaz de despedirte? ... -
- Si sigues dejándote manipular por ese guitarrista de cuarta, claro que si... -
- Sabes algo... Mejor cállate... – subió el tono haciendo que Hyde lo mirara un poco confundido y asustado, por lo que general Tetsu no se enojaba con nada y ahora, parecía realmente molesto.
Cállate porque estas hablando idioteces. Yo no te despediría nunca, no sé porque se te vino esa idea a la cabeza, después de todo seria una ridiculez despedirte y eres mi amigo, jamás haría algo así.-
- No te hagas y ¿Cuál sería tu tema a tratar entonces?... – pregunto sarcástico el vocalista.
- El tema es que al parecer me gusta un idiota así de bajito como tú que piensa que lo despedirán de su banda... -
La boca de Hyde se abrió automáticamente más de lo que alguna vez pensó que se abría, se levanto de la silla temblando y se paseo por toda la habitación con su ya cotidiana pose, una mano en su frente. Miro como pudo a Tetsu, ¿Había escuchado bien? ¿ Tetsu también gustaba de él?. Oh por Dios, no lo despedirían, el tema que hablaba Ken era eso, el bajista se le tenía que declarar y su amigo sólo le estaba dando ánimos, por eso Yukkie le había sonreído de esa forma porque él sabía todo!. Las piezas se estaban encajando y era un maldito estúpido que pensó iba a ser despedido!.

Con paso apresurado camino hasta quedar enfrente de un Tetsu confundido que seguía sentado esperando alguna respuesta, tomo entre sus manos la cara del bajista y como pudo le planto un beso en los labios, esa sí era una respuesta. El castaño recibió el beso con sorpresa, segundos después también le respondió el beso, un beso sin pasión pero que reemplazaba todo eso, un beso tierno donde apenas sí se tocaban los labios, un beso de declaración y un beso de ser correspondido.

La puerta se abrió de par en par sin ser tocaba previamente, Ken se tapo automáticamente la boca con sus manos para no soltar un grito de felicidad... o más bien de sorpresa, sus dos amigos se estaban besando como él lo había planeado!.
Se separaron al instante de escuchar el sonido de la puerta chocar con la pared, Hyde al darse cuenta de que era Ken el personaje que había interrumpido su beso, adopto una parada desafiante.
- ¿Qué no te basta con meter ideas en la cabeza a Tetsu que ahora interrumpes nuestro momento?... – en tono de medio broma medio enojo pronuncio el moreno las palabras, para luego pasar a una sonrisa de felicidad.
- Tetchan! Por fin!... – Ken se apresuro a llegar en donde estaban los otros dos, los quedo mirando pasando de Tetsu a Hyde y de Hyde a Tetsu, con una sonrisa adorable en su rostro, los abrazo logrando que el vocalista casi cayera al suelo.
- Por Dios Ken! No es para tanto tampoco, déjanos en paz!... – el castaño reclamo sintiendo como el brazo de su amigo guitarrista lo asfixiaba de la presión. La escena se podía ver muy cómica desde afuera, como ahora Yukkie desde la puerta miraba a sus compañeros de banda y amigos celebrar algo que el estaba muy conciente de que, pero que no diría una palabra.
- ¿Celebran sin su baterista?... – pronuncio con un noto que se hiciera notar en la sala.
- Yukkie!... – los tres restantes se quedaron mirando de donde provenía la voz.
- ¿Qué celebran? ¿Tenemos el día libre?... – pregunto hasta llegar a una de las sillas para sentarse cómodamente.
- No, celebramos que hay una nueva unión dentro de la banda! ... – casi grito Ken emocionado mientras daba pequeños saltitos para salir del lugar. Yukkie miro discretamente a Hyde, este le devolvió el gesto con una sonrisa en su cara.
Yukkie desde antes sabia el final de la historia.

miércoles, 25 de febrero de 2009

Le dirás en tres días (Part.II)

En realidad lo dividiré en tres partes.

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El primer pensamiento de la mañana: Tetsu. Que increíble, de verdad parecía un tonto adolescente. Mientras tomaba su primera ducha a eso de las 10 de la mañana, se regañaba mentalmente por pensar en Tetsu, sabiendo que sus posibilidades eran nulas.

Hoy también había grabación, un miedo recorrió su espina dorsal, algo tenía que planear para que su líder y Ken no se salieran con la suya y lograran despedirlo. Su plan debía ser perfecto, brillante pero ¿Qué sería?.
Mientras secaba su cuerpo ahora fuera de la ducha, apareció en su mente la idea perfecta. Simplemente no dejaría hablar a Tetsu cuando este comenzara su discurso y escaparía todas las veces posibles, si era necesario. Un plan brillante.Sonrió con gusto encaminándose a la habitación para vestirse.

- No Ken, déjame en paz... - Tetsu se dirigía al ascensor del edificio dirección a su oficina. Por el otro lado del celular hablaba un animado y extrañamente temprano guitarrista.
- Es tu segundo día Ogawa, recuérdalo... -
- ¿Por qué me torturas? Cuándo a ti te gustaba mi hermana, yo nunca le dije... -
- Eso amigo, fue porqué TÚ no querías que yo saliera con ella... -
- Es lo mismo, se llama lealtad... -
- Pero soy tu amigo y se que Hyde te ama como tú a él... -
- ¿De dónde sacas tanta idiotez?... -
- De los ojos de cachorro que pone el enano cuando te mira... -
- Si y lo mismo dijiste de mi estilista hasta que supiste que debía usar lentes!... -
- Eso fue... un error... -
- Ya Ken, debo colgar... -
- Recuerda, tu segundo día... -
Corto la llamada fastidiado, Ken podía ser su mejor amigo pero a veces podía ser la persona más insoportable del planeta si se lo proponía y esta vez, era una de esas.

13:10 de la tarde, Hyde dejo su bolso en uno de los sofás de la sala de grabación, era extraño no ver a nadie a esas horas, mejor para él, así el líder no lo regañaba por la tardanza de 10 minutos.
- 10 minutos tarde, Doi... - Asustado se volteo para ver a Tetsu junto a la puerta del estudio. ¿Estaba ahí desde que llego?.
- Dios, ¿Me quieres matar del susto?... -
- No, pero seria una buena idea... -
- Já! Oye, ¿y los demás?...-
- No sé, Ken parece venir en camino y Yukkie.. No lo sé... -
- Ah, iré por un café. ¿Quieres?... - Se levanto caminando hasta quedar al lado de Tetsu, esa fragancia, era perfecta para él y era perfecta para enamorarse de él. Se sonrojo levemente, volvía a comportarse como un idiota.
- No, de hecho, necesito hablar contigo... - Su corazón dio un vuelco, ahora debía correr y esconderse de su amigo, ahora era el momento en que Tetsu pensaba despedirlo.
- ¿Conmigo? ¿Solos?. Mejor esperemos a los demás, si es sobre el grupo entonces esperemos a los demás... -
- No, no se trata sobre... - Él más alto se quedo con las palabras en la boca, puesto que Hyde ya estaba en la otra esquina del pasillo, buscando desesperado una maquina de café para beber. Esa había sido una perfecta oportunidad para decirle todo...

Ken saludo a todos con un pequeño grito de "hola". Por otra parte Tetsu arreglaba algunos papeles encima de la mesa de centro y Hyde fumaba un cigarro alejado de él. Frunció el ceño, ¿Cómo podían ser tan tontos? Viendo como se querían tanto y ninguno de los dos daba el primer paso, pero él se encargaría de ser cupido esta vez.
- ¿Qué pasa Tetchan?... - Se sentó al lado de su amigo, vio que en realidad el líder no miraba ningún papel sino que se mantenía con la mirada perdida en ellos.
- Nada, hoy lo intenté y.. Salió corriendo... -
- ¿Alcanzaste a decirle algo?... -
- No, sólo "Necesito hablar contigo”... -
El vocalista afinó el oído lo más que pudo para escuchar la conversación del guitarrista con su amor adolescente, pero el esfuerzo era en vano, cuando ellos querían podían ser muy discretos al contrario de él mismo, que casi le grito a Yukkie que estaba enamorado de Tetsu. En eso, el baterista cruzo la puerta tranquilo, por fin alguien con quien hablar.
- Ya chicos, comenzamos enseguida... -

Otro día más de trabajo, le gustaba, si, pero le fastidiaba grabar una y otra vez la misma parte de la canción sólo porque a los demás no les gustaba y sabiendo que estaba bien como lo estaba haciendo.
Se quedo en la cabina de grabación de voz solo, mientras terminaba de escribir un tema nuevo y se fumaba un cigarro tranquilo, los demás estaban afuera conversando de la grabación y como se podía arreglar más los temas, porquerías, ¿Para qué agregarle más si no era necesario?.
- Ok Ogawa, este será tu segundo ataque hoy... -
- Ken, déjame tranquilo... -
- Vamos! Esta Hyde solo ahí dentro!... -
- No... - - No seas vago, anda... -
- No es de vago pero... - Ken lo empujaba hasta la puerta de la cabina y sin poder reaccionar, ya estaba adentro con un Hyde mirándolo extraño.
El guitarrista volvió a sentarse junto a Yukkie.
- Este es mi chico, arriesgado y valiente... -
- Ken, ¿Porqué no dejas que se den las cosas como se deberían dar?... -
- Porque ellos se aman... -
- Claro pero no tienes porque obligar a Tetsu... -
- Ay, tú no sabes nada de amor... -

- Hyde... - El vocalista mantenía el cigarro en su boca algo nervioso, otra oportunidad para despedirlo, debía impedirlo.
- Mira Tetchan, tengo una nueva canción... -
- Necesito hablar contigo respecto a... -
- No, eso luego. Ahora lee la canción que escribí, me dices si te gusta... -
- Pero Hyde yo... -
- Nada, voy al baño y luego vuelvo a grabar... -
- Hyde!... - Había vuelto a arrancar y se dirigió al baño lo más rápido que podía, incluso no tenía ganas de ir pero no debía dejar que Tetsu le diera el sermón de "encontramos a otro vocal mejor que tú".
Tetsu se quedó mirando la hoja fijamente, de seguro Hyde ya sabía la verdad y esta arrancando de lo inevitable, una declaración de amor. El guitarrista comenzó a hacerle gestos desde fuera, articulando sin voz un "Qué pasó?".
- Pasó que Hyde me esta evitando y no tengo idea porqué... - El líder salió furioso de la cabina plantándose enfrente de Ken.
- ¿Porqué piensas eso?... -
- Porque se le nota, hazme un favor Kitamura: Deja de molestarme!... - Tomo rumbo hacia la puerta y ahí golpeo con todas sus fuerzas la misma, un ruido seco llego a los oídos del guitarrista y de Yukkie, quien cerro los ojos asustado al escuchar el portazo.

Que bien había sido eso, estaba completamente seguro desde antes que Ken lo incitara a declararse no tendría ninguna oportunidad con su vocalista. ¿Qué pasaba por su mente al hacerle caso a su amigo?, Las neuronas no le estaban trabajando de la mejor forma y todavía quedaba un día completo de grabación que hacer, un día completo aceptando la pared que estaba poniéndole Hyde. Y que dolía.

10 de la noche y aún en el estudio. Para la suerte todos las grabaciones estaban por dar fin, para la suerte de todos ya pronto podrían volver a sus casas a descansar.
Hyde tomo su abrigo y bolso para salir de ahí, fue seguido por un apresurado líder que trataba de caminar a su mismo paso y no lo estaba consiguiendo. Subieron al ascensor juntos sin decir ninguna palabra, el silencio podía significar algo muy malo dentro de la amistad que ellos dos llevaban pero justamente en ese momento, el silencio parecía apaciguar los ánimos y los dos se miraron con una sonrisa en la cara. Las cosas estaban bien, ¿Porqué intervenir en eso y pasar a algo que, tarde o temprano, terminaría en una historia de amor desastrosa? O para el vocalista, una despedida de trabajo que le costara su carrera musical.
Cada uno tomo camino distinto para llegar a cada extremo del estacionamiento del edificio, antes de que Hyde cerrara completamente la puerta fue interrumpido por el mismo Tetsu.
- Doi, ¿Mañana puedes llegar... una media hora más temprano?... - El tono nervioso que ocupo para decir esa simple frase delato que algo andaba mal y que todo andaba mal en eso.
- ¿Para qué?... -
- Necesito hablar contigo y por favor no digas que no, no es nada malo... supongo... -
- Esta bien, llegare media hora más temprano... -
Su líder sonrió con gusto, esa sonrisa era perfecta, tan perfecta que podía pasar horas y horas mirándola, por dios, ¿Porqué Tetsu tenía que ser tan lindo a sus ojos?. Vio como el castaño llegaba a su auto y partía, dejándolo solo en el estacionamiento con un pensamiento en su cabeza: Mañana sería el gran día.

sábado, 21 de febrero de 2009

Le dirás en tres días

Una media comedia que se me ocurrió mientras hacia mi cama hoy en la mañana. Es un oneshot pero esta partido en dos... aun no escribo la otra parte.

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Hace días que venia sintiendo algo extraño. Hace días que lo único que estaba en su cabeza era Tetsu y nadie más.

No encontraba una explicación, Tetsu no estaba ni enfermo ni lesionado, entonces ¿Por qué le preocupaba tanto? Y no era una simple preocupación, era una molestia en su pecho, una opresión que le ponía dificultad al respirar y por esto mismo, según el, un sonrojo notable que venia cada vez que lo tenia cerca.

Entro a la sala de grabación con ese pensamiento, tal vez era un presentimiento y algo muy malo le iba a pasar a su líder.
Fue interrumpido por una carcajada proveniente de Ken, era normal en el guitarrista esas risas por las primeras horas de trabajo pero... ¿Que estaba mal en esa escena?
Tetsu se reía de la misma forma junto a su amigo, eso era lo malo. Hace días que ese sentimiento extraño era la molestia de ver a su líder con Ken... juntos. ¿Juntos?

La mirada del bajista se poso en el, disminuyendo la sonrisa para pasar a un gesto de preocupación.
- Hyde, ¿estas bien?... - Pudo escuchar y asintió sentándose en el sofá mas cercano.
Algo malo tendría que ser todo eso, eran demasiadas cosas en su cabeza y muy pocas veces se cuestionaba de esa manera tan... profunda.

Las grabaciones siempre eran así de tediosas o era eso o la concentración que ocupaba en esos momentos se reducía a la mínima y se encontraba completamente aburrido. Era un mal día, sin duda. Y presentía que se pondría peor.

Algunas cuantas horas habían pasado desde el inicio del día, estaban todos ya cansados. El líder detuvo la música indicando el descanso, muy bien, se apresuro para llegar al baño.
- ¿Que será? ... - Bajo el cierre de su pantalón - Esto es extraño.... - Termino su labor y con paso calmado se dirigió a los lavados, ahí dejo correr el agua por sus manos mientras el jabón liquido recorrida todo el camino. Se quedo mirando al espejo, Tetsu estaba en esos momentos en su cabeza y el maldito sonrojo todavía se notaba en sus mejillas.
- Compórtate como un adulto por favor Takarai, la ultima vez que te pusiste así fue cuando.... - Abrió los ojos en una expresión de sorpresa combinada con miedo. Era verdad, la última vez que había sentido eso fue cuando...
Cerro la llave de agua apresurado, era imposible, no podía ser ese sentimiento. No, no y no, no podía aceptarlo, era ridículo. ¿Y desde cuando?
- Oh por dios... - Con sus manos aun mojadas se cubrió el rostro que ahora se coloreaba de un rojo intenso y esas cosquillas en la parte de su estomago no planeaban desaparecer luego. Masajeo sus sienes algo aturdido, si de verdad sentía eso debía desaparecer en ese preciso instante y conociéndose, le costaría mucho trabajo.
Clavo la mirada nuevamente en el espejo, se sintió un tonto. Nuevamente volvía a caer en lo mismo desde hace años y no era posible, estaba bastante maduro para... ¿Enamorarse como un adolescente? Si, la ultima vez que sintió todo eso había sido cuando... le gustaba Sakura pero incluso ahora, todo se multiplicaba al triple y lo dejaba noqueado con un montón de sentimientos recorriéndole el cuerpo.
Le gustaba Tetsu y ni sabia como.

Escucho la puerta abrirse, no supo porque pero corrió a unos de los cubículos para encerrarse, se estaba hiperventilado. Estaba en un baño de hombre! ¿Por qué se escondía?. Se estaba comportando como un completo idiota, como un adolescente inseguro y con espinillas.
- Tetsu, ¿Cuando le dirás a Hyde?... - Reconoció la voz de Ken, una molestia recorrió su pecho... Estaba con Tetsu.
- N-U-N-C-A.. - dijo lentamente el bajista algo cansado, al parecer no era la primera vez que Ken le hacia esa pregunta, conocía demasiado bien a Tetsu para reconocerlo.
- Vamos, no seas, tienes que algún día decirle. ¿Te quedaras con eso ahí por siempre? No seas ridículo, tú mismo sabes que eso te hará daño con el tiempo y no solo a ti, sino que a todos... -
- Pero no tiene sentido contarle, ¿Para que arruinar todo lo que hemos construido hasta ahora? ¿Y si pasa todo lo contrario a lo que me has dicho? ¿Si hyde se lo toma mal? Ya sabes como es Hyde para este tipo de cosas... -

¿Que tipo de cosas? quería salir del cubículo para preguntar de que mierda estaban hablando, pero no... Se tapo la boca con las manos para que ni siquiera se escuchara su respiración.
Sabia que algo muy malo estaba pasando, el noto que estaban usando era más bien serio y para que Ken se pusiera serio... debía ser de verdad serio.
- Al enano se le nota, se le nota a kilómetros que le gustaría... ya sabes... -
- NO! no se le nota, sino, yo ahora no estaría en este lugar y ya habría reaccionado. Dejémoslo hasta aquí, no quiero hablar de esto. No se lo diré y punto... -
Ya lo sabia, Tetsu lo quería despedir o quería mandarlo al extranjero solo sabiendo que no le gustaba viajar sin nadie. Ken lo incentivaba a hacerlo porque sabía que el guitarrista no lo soportaba.. Mentira, eran muy buenos amigos pero ... ¿Por qué entonces estaba obligando a Tetsu? .
Perdería su trabajo luego, la disquera estaba en un complot perfecto para que entrara otro vocal de mejor calidad, si, si, debía dejar de fumar y tomar clases pero esa no era una excusa para aventarlo así nada más a la calle!!!.
Estaba paranoico, quería salir de ahí en ese momento pero... OH por dios, Tetsu lo estaba traicionando!! Y luego, ¿Que haría?.
- Eres un tonto, eres el único que no se da cuenta de cuanto... - Ken se encamino a uno de los cubículos cerrados, abrió la puerta y se encontró con una gran sorpresa. - Hyde?... -
- Yo... eh... estaba.... - Juraba había cerrado la puerta con seguro, Tetsu lo miraba confundido, Ken lo miraba con sorpresa....debía salir de ahí. - Tenia un pequeño dolor de estomago pero.. Ya me voy... - Sonrió y salio corriendo de ahí.
- Ja! es tu obligación contarle a Hyde, ya escucho... -
- No sabe de que hablábamos, déjalo así... -
- Si no le dices tú, le digo yo...-
- Ken!! Y así eres mi amigo!!... -
- Tienes tres días Ogawa, tres días... -

Llego a la sala de grabación mas hiperventilado que le estaba cambiando el color de pálido a morado. No podía ser, cuantos años llevaba trabajando para la banda y ahora, así nada mas, Tetsu lo despediría. No lo soportaba, paseo de un lado a otro con una mano tapando completamente su frente, sus ojos estaban casi saliendo de su órbita y Yukkie lo miraba extraño, de seguro ese Yukihiro también lo sabía desde antes pero como todos eran unos traicioneros, tampoco dijo ninguna palabra.
-TÚ!! Tú también sabias que me despedirían ¿Cierto? Ya escuchaste al otro vocal y estas de acuerdo con ellos dos, ¿verdad?!... - Lo apunto con el dedo mientras le gritaba, Yukihiro quedo espantado ¿Que le pasaba a Hyde?.
- A ver... Hyde, siéntate, respira, luego me dirás que paso... - El vocalista se acomodo en el sofá continuo al de Yukkie, respiro profundamente, la verdad era que no creía que Yukkie supiera, pero era el pánico.
- Escuche a Tetsu y a Ken hablando en el baño, decían algo de que me Debían comunicar algo y que lo tenia que hacer ahora, por que la banda corría peligro y que traería problemas para todos pero Tetsu se negaba a decírmelo, no saben que escuche, bueno si saben, salí corriendo de ahí. Y supongo que me quieren despedir, el maldito de Kitamura estaba hablando muy seriamente! Y sabes que cuando Ken habla así... es porque algo muy serio pasara... -
Se desahogo ya mas calmado, pero el miedo de no poder seguir cantando ahí lo tenia con los pelos de punta. Yukihiro entendió perfectamente a que se refería ese "dile a Hyde", hace algunos días Ken le había contado como "secreto" las intenciones que tenia el líder para con el vocalista pero ni se acercaba a la historia que ahora Hyde le estaba contando, al contrario. Sonrió divertido.
- Tranquilízate, Ni Tetsu ni nadie te quiere despedir de la banda, eso seria una completa locura!. No te puedo decir que es lo que te tiene que comunicar nuestro líder pero espera un poco para que se de el animo. ¿De verdad no sabes que te dirá?... -
- Aparte de que encontró a un vocalista que no fuma y toma clases de canto para reemplazarme, no... -
- Entonces eres mas despistado de lo que yo pensé... -
- ¿A que te refieres con eso? ... -
- Jure no hablar... -
- Maldito... Y justo hoy, cuando es mi peor día, justo que me di cuenta de que estoy enamorado de mi... - Se callo automáticamente dándose cuenta de que estaba pensando en voz alta y que lamentablemente, Yukihiro lo miraba concentradamente.
- ¿Te enamoraste? ... -
- No le dirás a nadie si te cuento, ¿Verdad?... -
- Claro que no... -
- Estoy enamorado de Tetchan... -

Que reconfortable podía ser llegar a dormir en una cama tan cómoda como la suya, luego de todo lo que había pasado en el descanso no pudo seguir cantando. La concentración que ya había sido de cero ahora se reducía a menos cien, y para rematar con dulces y coronas, Tetsu lo había regañado todo lo que quedo de grabación.
Yukihiro sabia su secreto, que extraño había sido contarle lo que le pasa si hacia menos de 10 minutos que se había dado cuenta. Pero el baterista había sonreído de una manera diferente, como si desde un principio supiera que estaba enamorado de Tetsu.
Se acomodo mejor entre las sabanas para conciliar el sueño, mañana seria otro día y desde esa mañana, olvidaría que cada vez que miraba a su líder... sus sentidos se revolvían de una manera inexplicable.

viernes, 20 de febrero de 2009

Mundo Feliz

Lo escribí hace mucho, mas de dos años. Se nota la diferencia en la redacción, ahora creo que escribo de forma mas madura.
Es un pequeño cuento infantil en donde pude describir como me sentía en ese momento, ahora que lo volví a releer me di cuenta que de verdad, he dejado todo eso atrás.

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Llegue de un mundo que se había quemado por la maldad y las injusticias, ahora tenia paz y mucho mas amor. El mundo donde estaba en este momento se hacia llamar “Mundo Feliz”, era gobernado por los Reyes Felices quienes tenían una hija como princesa, la única heredera.

Recuerdo que me regaló una casa de chocolate con manjar, algunas paredes eran de galleta de vainilla y ahí me aloje ese casi año de estadía.

Los pastos eran de coco dulce, la luna era de chocolate blanco otros decían que era de un queso tan delicioso que no volvías de ahí de lo rico que estaba, en verdad nadie sabia de que era esa luna pero si siempre salía todas las noches a alumbrar nuestro lugar, las calles estaban llenas de dulces por doquier y era mas día que noche.

En uno de los tantos bosques de hojas de caramelo, se encontraba una cascada de chocolate negro, lo describí una noche que salí a pasear.

Al llegar, me di cuenta que una silueta femenina rondaba por los lares, cabello largo, rojo, la quede mirando y pude reconocer, era la hija de los Reyes Felices, entonces decidí acercarme, ¿Qué mal haría hablar un rato con la princesa del lugar?.

- Buenas noches su majestad... – Asustada volteo mostrando una mano llena de la deliciosa agua que caía en la cascada, chocolate negro derretido.
- Buenas noches... – Se levanto apresurada, como si estar ahí fuese malo, un pecado pero en ese mundo no existían los pecados, ni la maldad, todo era bueno, cada cosa que uno hiciera.
- ¡Espere!... – le grite deteniendo su caminar, volteo nuevamente con cara de culpa.
- Debo marcharme... – pronuncio con voz triste, note en su mirada algo de melancolía.
- ¿Qué hay de malo pasear un rato por la noche y disfrutar este hermoso paisaje?... – pregunte descaradamente a la princesa.

Desde ahí empieza mi historia en este mundo, al cruzar solo algunas palabras con la mujer más hermosa del lugar, la princesa, grave error cometí... al enamorarme de ella.

Yo, siendo un hombre de bien y con sentimientos buenos, me hice conocido por todo los miembros del reino y fuera de él, como el pueblo. Al ser casi el mejor amigo de la princesa y tener el descaro incluso, de ir a la casa real para visitarla. Fui mal catalogado, muchos me dijeron que no me acercara a tal familia, menos a la hija, no entendía el porqué así que no escuche y seguí viviendo en lo que estaba, un sueño.

La inocencia del primer amor me invadía, cada vez que veía a mi princesa cortaba una flor de mazapán para ella y así la conquiste.

Estaba invitado a una comida muy importante dentro del reino, con mi mejor ropa llegue ahí, esa noche de primavera. Afuera, las flores de cerezo con sabor a eso mismo, caían alegremente al suelo tocando la mejor melodía que pude escuchar en toda mi vida.
La velada estuvo deliciosa, la gente del reino era muy buena conmigo, me aceptaron así, siendo un pobre hombre sin un peso que dar pero si con grandes sentimientos que conmovieron a todos en la mesa.

Mi princesa tomo mi mano debajo de la mesa y recibí una servilleta escrita con lápiz labial “Te espero después del postre, en la terraza principal. Tu princesa”.
Entonces cuando la cena hubo acabada, me disculpe y salí a la terraza principal, en donde, mi princesa me esperaba impaciente mirando las flores de los cerezos.
La llame por su nombre y sonriendo volteo, pensé: nunca en mi vida vi una escena tan hermosa; el cabello de mi princesa al viento, detrás los árboles gigantes de cerezo.
No evite sonrojarme pensando en la idea de ir y besarle los labios, acariciarle la mejilla, acaricias su cabello.

Con esa misma sonrisa, tomo mi mano y me guió hasta el final de la terraza, nos quedamos por largo tiempo, ¿una o dos horas?.

Ya terminada la velada dentro del reino, me despedí de mi princesa con un beso en la mejilla como acostumbraba hacerlo, di un paso para marcharme pero fui detenido, tomo mi mano como muchas veces lo había hecho esa noche, su cara estaba completamente roja y su mirada me pedía que hiciera lo que no me había atrevido.

Sonreí con ternura a su expresión y como ella misma me lo pedía con su mirada, tome su mentón y acerque mis labios para juntarlos con los de ella. ¿Qué puedo decir sobre ese sentimiento que me invadió todo el cuerpo?, Tan solo con esos segundos de contacto, mi corazón bailaba de alegría e inimaginablemente, las flores que aun padecían en capullo se abrieron. Fuimos interrumpido por la señora Feliz, sonrojado emprendí el rumbo hacia mi casa de chocolate con manjar.

Todo era hermoso ese día, la luna de chocolate blanco o queso brillaba aun más que todos los días desde que comencé a vivir en ese mundo y ahora si, pude comprobar que su nombre era de verdad, ahora estaba viviendo “Mi Mundo Feliz”.
La inocencia del primer amor se esfumaba poco a poco, no para mal, al contrario, ya no era tan inocente y a nuestra corta edad, experimentamos sentimientos que nadie jamás pudo haber experimentado y ya con esa inocencia perdiéndose, aun seguía todos los días cortando una flor de mazapán para mi bella princesa.

Los Reyes Felices estaban así, felices, no querrían otro ser como esposo mas que yo para su hija, aunque no tuviese ningún peso para darle, ni grandes riquezas, ni una casa del mejor caramelo dorado. Yo a su hija le entregaba felicidad, amor, ternura, mi princesita se fue haciendo grande cada día hasta que la vi mujer, hasta que note que su cuerpo había cambiado y yo deje de ir a visitarla.
¿No es algo estúpido? Si, no lo era, para mi no lo era, yo no podía ver a mi princesa con otros ojos, yo no podía desear algo mas con ella, era mi princesita y la ternura que resplandecía y brotaba de su cuerpo era lo que quería, ternura nada mas que eso pero no lo evite, no pude no pensarlo.

Mi princesa llego el mismo día que no la fui a visitar, llego derramando lágrimas sabor frutilla y me abrazo fuertemente.
- ¿Qué hice mal amado mío?... – Así fue, me rompió el corazón y yo le rompí el suyo al alejarme tan solo ese día, nunca mas lo hice nunca lo volví a repetir.

La pileta de chocolate era nuestro lugar de encuentro a final de la noche, pasábamos abrazados todas las horas juntos, besando su boca, tocando su pelo, tomando simplemente su mano.
Cada día nacía una flor de mazapán en mi jardín, ¿Por qué?, Porque cada día yo amaba mas a mi princesita, cada día pensaba que quería estar siempre para ella, por el resto de mi vida.

Pasaron algunos meses desde que bese por primera vez sus labios. Esa noche de nuevo fui al reino, la Reina Feliz me dio el permiso para subir a la habitación de mi princesa, así lo hice, camine todas las escaleras interminables hasta el cuarto de ella.
Primera vez que hacia eso, primera vez que conocía esas partes del reino, así que para mi todo eso era realmente nuevo.
Toque la puerta de la habitación descubriendo que estaba medio abierta, no quise entrar así que espere y toque nuevamente, escuche unas pequeñas palabras con la voz de ella “Adelante” y lo hice.

No fue mas la sorpresa al ver a mi princesita poniéndose un vestido, la espalda descubiertas, pies descalzos, su pelo caía adornado con flores de durazno por un costado de su cuello, inmóvil no di un paso más.
Al notar que nadie respondió, se dio vuelta quedando igual que yo pero ella, al contrario, se sonrojo y me sonrió.

- Amado... ¿Me ayudarías a subir este cierre de mi nuevo vestido?... –

Jamás había escuchado un todo de voz tan juguetón como el de esa vez, ¿Qué podía hacer?, me acerque y subí el cierre de su vestido, notando ese cuello desnudo, su cabello con olor a durazno, aun cuando ya había cumplido mi misión me quede detrás de ella y la abrasé por la cintura.

Esa fue la primera vez que tuvimos un encuentro mucho mas cercanos y luego de eso vinieron muchos mas, en las mismas situación que esas.

Una pequeña ave color Rosado llego a mi venta a una mañana de verano, dejando una carta de cristal escrita con caramelo masticable, reconocí enseguida que era la letra de mi amada y leyendo la carta apresurado, pude articular.

- ¿Esta noche, mi amada sola en el reino?... –

Si, eso decía la pequeña nota, los Reyes Felices viajaban a otro mundo para una cena conmemoratoria de algo que en verdad no sabia, no soy del reino, y mi amada quedaría sola (con sus sirvientes) así que me pidió cortésmente que fuera esa noche a dormir con ella.

¿Qué podía hacer yo? ¿Negarme a una petición de mi princesita? Claro que no, ahí estaba yo a las 8 de la tarde cuando el señor sol de pastel de vainilla seguía alumbrando.
Mi princesita vestía un pijama azul cielo, me invito a su habitación donde además tomaríamos el té.
Recuerdo que pasamos parte de esa noche abrazados en esa cama de algodón de azúcar, mi princesita se sentía segura en mis brazos, yo la abrazaba cada vez más.

Tome su mentón, como ese primer beso y la bese como muchas veces en esa noche, la luz de la habitación ya no estaba y la señora luna salió a alumbrar la cuidad, alargo el beso lo mas que pudo hasta perder el aliento.

Si, esa noche hasta el día de hoy fue la noche más importante en mi vida, esa noche tome entre mis brazos a mi princesa, esa noche pronuncie las palabras que jamás había pronunciado, le dije “te amo” mientras nos dejábamos llevar por la pasión y el amor escondido, en un suspiro sintió que no solo el placer de los dulces era bueno, sino que el placer de la pasión era mucho mejor.

En la mañana el viento tenia olor a mar dulce, las cortinas se movían al son de este intruso y desperté, mire a mi alrededor, el cuerpo de mi mujer descansaba desnuda atrapada en mis brazos y en las frazadas que nos cubrían del frío.

La bese por primera vez en la mañana y con algunos reclamos abrió sus ojos, me miro fijamente y se sujeto firme de mi cuello.

- ahora soy tu mujer... –

Y con esas simples palabras logro serlo, ahora ya no era mi princesita ni mi princesa, era mi mujer, la mujer que se convirtió hace algunas semanas en cuerpo y ahora mujer por probar la perdición de compartir una cama y alma con el ser amado, hacer el amor con el hombre que deseaba.

Mi vida estaba completa y al llegar esa tarde a casa, mire mi jardín, creció una flor el triple mas grande que las demás y esta poseía un color tornasol, la más hermosa que jamás había visto, mi mujer me cuidaba en esa casa.

Pasaron algunos meses, y los reyes ya sabían que su hija no era totalmente santa, pero aun así me miraban de esa forma tan cariñosa como lo hacían desde un principio.
Y muy por el contrario, cada vez que nos veíamos con mi mujer no era solamente hacer el amor, todo seguía igual.

La inocencia del primer amor se esfumo completamente, ahora la princesa del mundo era completamente mi mujer, muchas veces planeamos tener un hijo, un heredero, cosa que nos fue prohibida primer deberíamos casarnos, reglas de los Reyes felices.

Día a día mi flor tornasol crecía cada vez mas, la regaba con jugo natural de cereza o frutilla y así la mantuve viva por mucho tiempo, de la misma firma cuidaba el amor de mi mujer, cortando ahora mas de dos rosas de mazapán para ella.
Las noches la pasábamos abrazados después de entregarnos a la pasión y ahora la cascada de chocolate era cómplices de nuestros baños completamente desnudos, la vida se hacia cada vez mucho mas completa y mi mundo feliz crecía hasta pensé que todo realmente era un sueño.

Un día por la mañana, salí a regar mi hermosa flor tornasol, sorpresa fue la mía, hombre que amaba a sus plantas y cuidaba con toda su alma, al notar que mi flor tornasol se estaba enfermando de un pétalo y tenia una pizca negra de menos de un milímetro en ese pétalo enfermo, no me preocupe. Supuse que al igual que todas las flores de todo el reino marchitaban de vez en cuando, así que seguí regando y cuidando mi flor tornasol como si nada pasase.

Al mismo tiempo que la mancha de mi flor crecía, mi mujer enfermaba, empezó con un simple resfriado ese mismo día que descubrí esa pequeña mancha, luego mi mujer cayo en cama como el primer pétalo de mi flor cayo al suelo.

Desesperado busque dos remedios: uno para mi mujer y otro para mi flor. No pude hacer nada, me sentía inútil, yo seguía entregando todo el amor que tenia en esos momentos pero no, no fue suficiente y lloraba todas las noches desesperado por una salida pero no encontraba la puerta, ni una ventana, ni una escapatoria. Mi mujer enfermaba, mi flor hermosa se marchitaba ¿Qué ocurría con mi mundo feliz? Todo se caía en mis pedazos y yo lloraba, no hacia nada mas que llorar y entregar todo lo que podía.

El cielo color azul cada día se opacaba un poco mas, en la cascada de chocolate no salía tanto chocolate, el mundo feliz dejaba de ser eso, un mundo feliz.

Hice todo lo posible por salvarlo, trate de arreglar todo lo malo... pero mi flor tornasol una mañana amaneció completamente marchita y fue cuando me di cuenta de que mi mundo ya no era mundo, ni lo que había vivido era realidad, el largo sueño de casi un año llegaba a su final y yo lloraba, ¿Qué mas podía hacer? Solo lloraba.

Esa misma mañana, al darme cuenta de que el cielo perdió completamente su color y que los pastos se hicieron paja vieja, corrí hasta el reino...

No recuerdo con detalles que ocurrió esa mañana y tampoco busco las respuestas a estas preguntas, lo que sí recuerdo, es que ya el reino estaba completamente solo, los Reyes Felices se pintaron de negro para convertirse en seres severos y sin corazón, pasaron a ser los Reyes de la Maldad, y yo subí las escaleras interminables que alguna vez me llevaron al cuarto de mi mujer, la vi ahí... despojada de vida, despojada de sentimientos, una estatua cubría la cama... ¿Mi mujer?...

Entonces llore aun más de lo que había llorado en esos meses, tome su mano, la bese, bese sus labios, toque su cabello, no, no, no, mi mujer no despertaba, el corazón que mantenía latente el amor que sentía por mi se había congelado, ¿Qué hice dios, que hice? Me pregunte una y mil veces, la abrase fuerte, y mientras mas la abrazaba, mas lloraba y más sentía que ella no volvería.

Así fue, me he quedado hasta la eternidad a su lado, esperando que mi corazón se congele nuevamente, nadie entra a esta habitación por miedo a demostrar algún sentimiento.

He escuchado a las sirvientas decir que las cosas son de madera, el pasto es tierra firme, la luna se pinto de color plateado y ya no se come ni es de chocolate, la cascada bota agua sucia con desechos de la cuidad, todo lo lindo se convirtió en basura... ¿Y adivinen que? Si, yo estoy aquí, tomado de la mano de mi princesa, buscando que alguna llama de su corazón se encienda y vuelva a tener mi mundo feliz.

Ahora mi cuerpo, la que quedo fuera de mi alma y ese amor por mi mujer, se fue a vivir a otro mundo, en donde construyo con mis propias manos mi casa, nada es de dulces, pero se vive bien, tengo que trabaja, me esfuerzo por una vida mejor, pero ese amor y esa alma que siempre le prometí a mi mujer ahí están, en esa habitación abrazando al cuerpo inerte de mi pequeña mujer.
Lo único que prometo en estos momentos, es nunca jamás es volver a cometer el mismo error... ENAMORARME DE UNA PRINCESA.

sábado, 14 de febrero de 2009

Simplemente un capricho

Te conozco hace mas de siete años, he sido tu amigo por el mismo tiempo, soy el vocalista de tu banda hace un poco menos y nunca en todo este tiempo, te he enviado una carta. Así que me daré el lujo de imaginar tu cara de duda al encontrarte con este papel entre medio de todos los que tienes en la oficina, como el buen líder que eres.

El contenido de esta carta no tiene ningún sentido en particular, al contrario, escribiendo me siento como un loco en su mejor momento, a pesar de que soy un poeta innato que escribe canciones de amor y pasión, esta vez me parece completamente distinto.

No sé cuando sucedió ni de que forma, solamente nació y llevo un par de años o mas sintiéndolo, jamás me he dado el valor de pararme en frente tuyo para decirlo, lo he planeado desde hace mucho pero nunca lo llevo a cabo, es bastante ridículo sabiendo que eres casi mi mejor amigo y me escuchas abiertamente cuando tengo algún problema o simplemente quiero hablar por horas y horas.

Te amo, es tan sólo eso. Te amo y no sé cómo pasó, eres hombre y yo también y a pesar de que casi tengo veintinueve años, me he pasado la vida entera amándote.

Un día desperté sintiéndome diferente, lo primero que vino a mi mente fue tu sonrisa y luego, pase todo el día pensando en ti y así sucesivamente todos los días del año, hasta hoy. Cuando te veo siento esas cosquillas en el estómago como todo el mundo le llama, ¿no te has percatado?: cada vez que me das un abrazo de ánimo antes de subir al escenario, con tan sólo sentir el roce de tu piel me siento completo.

Noche tras noche sueño con despertar a tu lado, te debe parecer exagerado o incluso, diría, más que un romántico empedernido pero es lo que siento, y es inevitable, juro que intente sacarlo de mi mente, tú sabes que pase de mujer en mujer pero ninguna me lleno completamente y en cada segundo, la única persona que venia a mi mente... eras tú.

Lamento decírtelo de esta forma tan... poco usual, era la única manera de poder expresarme por completo, es mi única opción para poder ser yo y te seguiría escribiendo hojas completas describiéndote cómo me siento cuando me miras y me sonríes felicitándome del buen concierto que hemos dado.

Ahora me siento extraño, plante casi todo lo que tenía que decir. En un principio creí que se me haría difícil explicarte, sin sonar un estúpido, las cosas que he llegado a sentir, ahora no puedo parar de decirlo: TE AMO.

No quiero que salgas corriendo cuando me veas mañana en el ensayo, incluso no espero ninguna respuesta a esta carta, sólo quería decirte que muy dentro de mi corazón que parece completamente congelado, vives tu como una esperanza que me hace avanzar cada día, y si lo piensas bien, todas las canciones que he escrito desde que siento esto son para ti, todas.

No seguiré incomodándote más, dejaré mi palabrería para después y de donde sea sacaré el valor para mañana poder decirte un mísero “hola” después de esta confesión.

Disculpa si te tome por sorpresa y creo que así será, lamentablemente después tantos años viviendo con lo mismo, necesitaba echarlo fuera para dar el siguiente paso y no es el conquistarte, sino que el olvidarte. Aunque me parezca imposible y sufra en el camino, es la mejor opción para seguir al lado tuyo a pesar de todo, a pesar de amarte. No pienses en una respuesta porque de todas formas, no espero nada a cambio. Tampoco te sientas mal, esto es simplemente un capricho.

HYDE